A veces es una bota. A veces, un balonazo en un entrenamiento. A veces, otra bota. O, en ocasiones, como el sábado en el Camp Nou es un brutal choque con la cara de Calatayud, el portero del Hércules. A Gerard Piqué le están reconstruyendo la cara en los tres últimos meses desde que el 16 de junio, debut de España en el Mundial de Suráfrica, la bota izquierda de Derdiyok rasgó su ceja derecha y tuvo que ser cosida con dos puntos.
El azulgrana no evitó el gol helvético. Salió del campo aturdido, perdió incluso la memoria. En el duelo ante Honduras (21 de junio), la bota derecha de Welcome impactó en el labio superior de Piqué. Tres puntos de sutura más. «Lo siento, no puedo hablar», susurró luego a los periodistas. Era cierto. Ni abrir la boca podía. En un posterior entrenamiento con la selección, recibió un balonazo en el labio y se le abrieron los tres puntos.
El sábado, Piqué saltó a cabecear una pelota en el área del Hércules y dejó sin dos dientes a su portero, a Calatayud. A él le tuvieron que poner seis puntos en la frente. En tres partidos y un entrenamiento, ha sumado 14 puntos. Y el central ha terminado todos los partidos.
Fuente: El periódico
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